Logística e Infraestructura de Gran Porte. ¿Para quién?- Por Gabriel Osvaldo Gagnebien.
29.11.2014 02:58
Pensar e investigar la Logística es un reto, tanto como pensar o investigar otras ramas de la ciencia y tal vez es un reto mayor, no sólo porque hay que pensarla en sí misma y sus características particulares, sino integrada e interrelacionada con otras ciencias y además al actuar en la economía, la sociología, el urbanismo, la política, la geopolítica, el comercio, el marketing, estamos hablando, que necesariamente tenemos que pensarla en la sociedad que vivimos y sus relaciones para producir, para distribuir riquezas, para distribuir los excedentes en el intercambio del trabajo y el capital y por sobre todo, quienes son los beneficiados este reparto.
Cuando pensamos en infraestructura, pero restringidamente pensamos en infraestructura logística; aun sin específicamente meternos en urbanismo, pensamos en “el tamaño de los Buques” que desarrollan el comercio mundial, que decididamente y por políticas de las navieras cada vez mas concentradas en unas 3 o 4 en el mundo, estos buques son cada vez más grandes, aparentemente sin límites de tamaño.
Pero cuando pensamos así, unilateralmente; tal vez por un sentido común impuesto, somos parte de este mundo globalizado y de su cultura, sin dudas nos olvidamos de nuestras características como país y como región.
Y además nos olvidamos que poseer o no tecnología y desarrollo industrial, no es una bendición, sino una política de estado, consensuada entre la clase dominante y los gobiernos que administran los intereses de esa clase dominante, junto con otros sectores que participan en menor medida y junto a las organizaciones de trabajadores. Y de esta manera, integramos a la logística, no sólo como una ciencia más, sino, como el flujo que permite que cada una de las partes se relacione entre sí y con el resto del sistema, económico y político.
Es entonces que caben algunas reflexiones: ¿Podemos pensar el comercio exterior, sin comprender que característica de país tenemos, en términos de su geografía y desarrollo territorial? ¿Podemos pensar en un comercio integrado, que sólo se alinea a las políticas extranjeras, que son impuestas, sin desarrollar una estrategia propia y una visión propia? ¿Si no nos integramos como las economías centrales quieren, no podemos pensar una integración a partir de nuestras potencialidades, características, capacidades; que nos permitan comerciar y producir con el mundo desde una posición de poder y no regalándonos por algunas migajas? ¿Las inversiones que son necesarias y claramente tienen que hacer el sector privado, no pueden ser hechas desde una posición de integración de capitales entre varios países, que permita a su vez hacer crecer la región?
Si tenemos que exportar en buques gigantescos, que hacen varias paradas en diferentes puertos, que al menos tardan en completar la carga de bodega, entre 60 y 90 días, para luego empezar el viaje, no sería una alternativa, desarrollar políticas de estado que permitan construir buques más pequeños, que carguen y lleven nuestras mercaderías y las de la región, ganando en tiempo, capacidad de respuesta y acelerando el flujo y por lo tanto, ganando mercados.
